martes, diciembre 21, 2010

Capitulo IX

Una nube amenazaba con comerse el bosque de los Riscos Bicepcianos.  Miles de aves de aspecto sombrío circundaban los cielos en busca de su objetivo.  Sus ojos parecían oxidados, cubiertos con ojeras de arena.  Se podían observar unas pequeñas fosas nasales por encima de su pico afilado, hambriento por desgarrar carne fresca.  Por su oscuro plumaje  ha sido compañero eterno de la muerte.

CARROÑEROS!!!!  Gritó Lulian.

Corrimos sobre la llanura en busca de refugio, pero las aves volaban tan rapido como el viento.  Bastaba ver la sombra de un insecto para que miles de aves se dirigieran como un proyectil teledirigido hacia su destino.  Pudimos esquivar ese ataque (al parecer somos mas rápidos que ellos).  Saqué mi arco situándome a una distancia prudente y en un angulo invisible para el ojo enemigo.  Ozzy estaba en posición de ataque y Lulian se encontraba al mando del ejército de nubes.

MOKASHIS!!! -gritó Lulian.  Llegó el momento de atacar.  Alineación Alfa, FUEGO!
Miles de nubes se desplegaron por los cielos formando una red entretejida de aura magica.  Los carroñeros volaron confusos entre los hilos invisibles quedando paralizados y adormecidos profundamente.  Caían como fetos congelados sobre el suelo.  Crujiendo como vidrios al romperse.  Los carroñeros que lograron escapar blandían sus alas como 2 grandes espadas de un lado para otro, desintegrando nubes soldado al tocarlas.  Los cadáveres caían como hojas en otoño.  La superficie se había convertido en un colchón de carne y huesos.

Ningún carroñero se percató de mi presencia, por lo que comencé a disparar flechas azules a mis victimas.  Estas flechas eran especiales.  La madera azul le brindaban el poder de el hielo.  Si una flecha de éstas atravieza a un carroñero, pues, PUM! Su corazón deja de latir instantaneamente a causa de la hipotermia.
Seguía y seguía lanzando flechas.  Con ésta iban 105 utilizadas.  Mi mente se quedó perdida saltando sobre bloques de andrenalina y miedo... Los colores del cielo y la sangre se mezclaban de manera caótica inyectando euforia con cada muerte...
Un escalofrío por mi espalda... (Lub-Dup)
Unas mugrientas garras rodeando mi cuerpo (Lub-Dup)
Un pico largo chillando por el triundo (Lub.Dup)
El carroñero se deleitaría desgarrando mi cuello.  Sentía como la garra se deslizaba sobre mi piel.... cortando... capa por capa.... hueso por hueso...

SAMANTA!!!! se oyó a lo lejos un grito ahogado.
SAMANTAA!! -Ozzy se teletransportó y en 1 segundo estaba a la par del carroñero con una espada atravesandolo.  El carroñero explota en miles de pedazos por los cielos mientras yo caia lentamente.  Ozzy me atrapa de manera sutil con los brazos y me envuelve con sus coloridas alas.
Despues de unos segundos de estar inconsciente... abro mis ojos.  Veo a Ozzy... Tierno y valiente... curando mis heridas.....
Estas bien Sam?? preguntó.
Cla..ro que si... Ozzy... gracias...por salvar...me.

Lulian regresaba con las Mocashis sobrevivientes.  Los carroñeros habían sido destruidos. El campo de batalla clamaba una victoria a nuestro nombre.  "We are the champions!!"  coreaba Freddie Mercury en mis pensamientos.
Durante 5 minutos nos quedamos estupefactos, viendo la destrucción en el horizonte.  Nos sentamos sobre el césped... sacamos un frasco... el frasco de la "serenidad"... Diminutas luces verdes ascendían desde la grama hasta la boca de mi frasco.  Lo mismo sucedía con Ozzy y Lulian.  Nuestros rostros color verde esmeralda brillaban fascinados con la luz.  Nuestro cuerpo se sación de vida y energía.  Toda estaba normal.

Un crujir de ramas  retumbó en un arbusto. 
Nos levantamos rápidamente adoptando una posición de combate callejero. 
A lo lejos, un pequeño cachorro se acercaba de forma tímida.
Dirigió su mirada a mí... me lamío la mano y se echó en mi regazo.  Era lindo.
Luego aulló.  3 largas veces. Nada sucedió en ese instante.

Continuemos... murmuré.

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