jueves, diciembre 23, 2010

Capitulo X

El terror a la muerte invadio nuestra mente. Nos encontrabamos divagando en el limbo de la "Incertidumbre". No pensabamos las cosas bien.. Solo actuabamos por inercia. No importaba cuánto tiempo llevabamos caminando (12 horas), lo único que pensabamos era alejarnos de ese torbellino de destrucción y muerte detrás de nosotros.
Una tormenta. Relámpagos. Granizo. Frío.
Habíamos llegado al pliegue braquial. (Checkpoint) Un área desierta en su totalidad. Sólo se escuchaba el murmullo de la naturaleza y el soplido del viento. Una cueva. Tienda de acampar y una fogata. Listo.

((QUE HAREMOS CON EL SAMANTA?)) preguntó Ozzy por medio de telepatía. ((No lo sé. Sus ojos me resultan muy familiares. Creo que a él tambien lo conozco, pero no logro recordar. Esa mirada fría me susurra palabras ... en lenguas olvidadas. Mi razón dice "déjalo", pero mi corazón me dice "llévalo")).
((O SEA QUE PIENSAS QUE NOS PUEDE SER UTIL, NO? SOLO RECUERDA UNA COSA, SAMANTA: PRECAUCION))
Las palabras de Ozzy retumbaron en mi mente con un eco sordo e infinito. Mis ojos se nublaron... mi cuerpo tambaleo un par de veces hasta que por fin me desvanecí. Golpe en la cabeza. Desviación de la mirada. Convulsiones tónico-clónicas. Coloración pálida y cianótica de la piel. No podía distinguir nada... solo caía por un abismo oscuro lleno de luces de todos colores, amarillas, verdes, rojas, azules, etc... Las voces de Ozzy y Lulian se confundían con chillidos de criaturas inexistentes. Una presión en mi pecho me impedía respirar adecuadamente. Un ataque de pánico. Eso sólo significaba una cosa: "Ella" me había encontrado. Mi vista se aclaró poco a poco. Estaba sentada en medio de una habitación... en una silla... amarrada...(como las visiones de Ozzy). Un laberinto...Lulian a mi lado... sin vida... una correntada de susurros invisible me abofeteaban... una y otra vez.... gotas de sangre salían chispadas de mis labios rotos... En frente de mi un pasillo... oscuro... las paredes llenas de sangre salpicada. Sangre oxidada. Sangre vieja. El suelo temblabla. Parecía como que si un bufalo furioso viniera directamente para embestirme.
Debía salir de ahi. El pánico se apoderó de mi ser y estaba petrificada. El oxígeno comenzaba a desaparecer de las celulas de mi cuerpo. El tiempo se estaba acabando. Era mi última oportunidad. La única parte de mi ser que pude mover fue la boca... Por pura inercia comencé a gritar "Mamaaaaaaaaaaaaaaa"..."Mamaaaaaaaaaaaaa"... Yo se que no tiene sentido, pero funcionó. Estuve gritando más o menos por unos 10 segundos... Durante ese lapso de tiempo miles de imagenes, nombres y lugares atravesaron mi mente como una flecha.... Luego una única imagen: un lazo mordido tirado en el piso.

Desperté sudando y con sed de aire. Me encontraba recostada... con mis piernas elevadas por 2 nubes Mokashi.
Que sucedió? pregunté un tanto confundida.
Te desmayaste... Bebe esto. Sólo un sorbo- dijo Ozzy. La sustancia roja se deslizaba por mi garganta... cada gota era como un manjar... delicioso... podía sentir la energía y vitalidad que impregnaba mi alma. Un sorbo no era suficiente... necesitaba más... más!
Estaba a punto de empinarme el frasco y beber todo su contenido, pero Ozzy sabía lo que estaba pensando en ese momento y se apartó inmediatamente de mi lado.
Detente. Es suficiente. Si tomás más, moriras... recuerdas?
De manera instantanea, todo volvió a la normalidad. Sin miedo. Sin pánico.
((Irá con nosotros)) le dije a Ozzy. ((Ella..... tus visiones.... eran ciertas...el cachorro.... creo... que... es la ... clave...))
Ozzy me dió unas palmaditas en la espalda... ((YA LO VEREMOS))

Debemos partir- anunció. Si nos quedamos acá seguramente nos encontrará.
Oye tú... Lobo. Bebe este brebaje... No preguntes. Solo hazlo. Esta vez Ozzy había sacado el frasco de Amanita Muscaria de la mochila.
El perro obedeció.
2 segundos después el cachorro se hincó a mis pies.
-Me llamo Kyo.... A tus órdenes Samanta.

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