lunes, noviembre 19, 2012

Ciudad de Oro


Lili estaba muriéndose del frío en esta lóbrega y mohosa habitación, nada de esto era como ella lo había imaginado. Hace varias semanas Lili recibió un correo en donde le hacían un gran ofrecimiento gracias a su elevado coeficiente intelectual. Una prestigiosa universidad del extranjero la había hecho acreedora de una increíble beca. Finalmente Lili estaba obteniendo resultados de la vida… al menos las demás personas se habían percatado que Lili tiene muchas cosas que ofrecer- pensó. Emocionada, Lili se dirige hacia su habitación, se coloca esa enorme chaqueta de cuero que guardaba en su closet empolvado y se cambia esos viejos “Chapulines” con hoyos por unas botas de cuero… Lili estaba lista. Inmediatamente, Lili toma el primer bus hacia la ciudad capital: RICOLANDIA. No todas las personas podían acceder a esta increíble ciudad, solamente las personas de la alta sociedad o la gente con “pisto” como se dice vulgarmente podían disfrutar de estos placeres. Pasaron las horas y Lili había llegado a su destino. Se levanta del asiento y se dirige hacia la puerta del bus. Un increíble destello ilumino el horizonte. Sus ojos no podía creer lo que estaban viendo. Era una ciudad bañada en oro. Completamente forrada de un color tan brillante que parecía un enorme espejo amarillo. Lili caminaba a través de la ciudad de oro, observando cada detalle con incredulidad y asombro. Los arboles, las calles y las flores… Todo estaba fabricado con oro. Ahora entendía por qué las personas del pueblo jamás consiguen llegar hasta este loco mundo… demasiado caro… demasiado extravagante …. Lili busca en su bolsillo la hoja en donde se encontraba anotada la dirección de la oficina de Becas. Estaba a unas pocas cuadras de distancia. Lili acelera el paso. Camina mas o menos 5 cuadras y se detiene. Ante sus ojos se encuentra un colosal parque. Éste brillaba con tal magnitud que iluminaba hasta 4 cuadras a la redonda. Lili se acerca al centro del lugar y encuentra un enorme monumento. Era un inmenso toro sujetando un tridente… una oveja se encontraba en el piso, derramando sangre dorada… Los ojos de la bestia eran rojos como fuego congelado en el tiempo. Esos ojos… Hipnotizantes… Petrificantes… daban la impresión de que miraban fijamente hacia tus ojos. Una punzada de dolor atravesó el pecho de Lili y una gota de sudor se deslizo por su espalda. Asi que tu has de ser la señorita Lili… - susurró una sublime voz… me han enviado a recibirte y a llevarte a un recorrido por la Gran Ciudad. Estas Lista?... –susurro la voz mientras Lili se volteaba lentamente hacia la izquierda… Un misterioso chico de cabello oscuro y tez blanca aguardaba en la puerta de un automóvil… Todo el mundo te está esperando.. al parecer eres una celebridad. –exclama el muchacho al mismo tiempo que extiende su mano invitando a Lili a pasar. Lili queda estupefacta… los ojos del muchacho eran grises… profundos y perdidos… pero al mismo tiempo eran atrevidos… como un diamante muy brillante… la hipnotizaban… la cautivaban… Lili sube al carro y el joven cierra la puerta. Por cierto, -exclama el muchacho…- mi nombre es Johan, es un gusto conocerte. El vehículo arranca y se desliza por el horizonte… como que tratando de alcanzar al sol que se escapa con el atardecer. El auto se dirige hacia un castillo, localizado en lo más alto de la colina. La oficina esta en un castillo?-pregunto Lili con una mueca de ingenuidad en su cara… Claro que sí, señorita Lili… Mi amo esta muy interesado en su persona y la ha convocado de manera urgente a su castillo. –exclamo Johan hipnotizando nuevamente a Lili con su sonrisa. Lili se sintió indispensable. Lili simplemente “sintió”.

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